Acompañamos imagen fotográfica de sonda de gastrostomía percutánea endoscópica PEG, ya usada, que se inserta directamente en el estómago, a través de un pequeño orificio quirúrgico que se practica en la pared del abdomen.
Consejo de los enfermos de ELA veteranos: “cuando no disfrutes comiendo”, solicita que te inserten la PEG.
Se trata de una cirugía menor, que permite administrar alimentos líquidos, o muy batidos, al directamente al estómago, mediante jeringuilla (demasiada rapidez que puede sentar mal), o gota a gota por gravedad (mientras se realiza cualquier otra labor, y puedes calibrar la velocidad de descenso). Al final de la intervención quirúrgica, cada paciente recibe un informe de cómo debe manejarse, y cómo proceder con las primeras curas, hasta que el orificio cicatrice.
La parte final de la sonda, que se observa renegrida, es el globo interno, cuya misión es contener 5 ml de agua (grifo), para impedir que con algún tirón inesperado se pueda salir, lo que puede provocar que el orificio se cierre desde el interior, dado que el ph del estómago es extremadamente ácido, y las células epiteliales de las paredes se cambian con mucha rapidez.
En caso de salirse por algún fallo o error (equivale a que el globo estaba vacío de agua, y no se ha supervisado cada quincena), debemos volver a introducirlo, por lo que conviene tener un mini envase de lubricante específico, y apretar con fuerza, pues salir, sale fácil, pero entrar cuesta algo más, y hacerlo girando. Es muy aconsejable tener en casa una sonda PEG nueva, cuyo globo nunca se ha inflado, y que se introduce con mejor facilidad, porque no está rugoso.
Una vez que se infla el globo introduciendo y apretando la válvula con la jeringuilla cardada con 5 ml de agua, se estira de la sonda hacia fuera y se vuelve a introducir, y dejando 1,5 cm (o un dedo) adicional, y en esa medida situaremos el círculo de silicona (mariposa) qué tapona y protege el orificio, que protegeremos con una gasa, a la cual realizamos un corte hasta el centro, formando una figura similar al orificio de una cerradura, con orificio en el centro.
En lo sucesivo, sujetaremos con dos dedos el tubo bajo la mariposa (fijándonos la marca en cm en que se encuentra), y elevamos la mariposa por el tubo, para despegar la zona y poder hacer la cura, o la limpieza del orificio (estoma), siempre girando el tubo con dos dedos, en ambos sentidos, y sacar e introducir, para limpiar posibles restos de costra sangrienta cuyas aristas pueden cortar la piel. Aplicamos mepantol, colocamos gasa nueva, y volvemos a descender la mariposa en su sitio.
Si la sonda PEG no tiene el clip qué se observa en la imagen, es posible que, al desatornillar el conducto de alimentación, y en esos pocos segundos que se tarda en atornillar la tapa, se salga algo de alimentación y manche la ropa. Conviene colocar un clip intermedio, pero no es fácil, porque hay que sacar la mariposa por el globo (muy fácil), y volver a colocarla (casi imposible), con el riesgo de dañar y agujerear el globo. Ver tutorial específico de cómo hacerlo, mediante un mini tubo sólido intermedio.
Las sondas de repuesto se suelen solicitar al personal del Centro de Salud, y conviene enviarles una foto del envase, con la referencia, para que lo pidan a su almacén central. La sonda se cambia aproximadamente cada 6 meses, pero cada mes conviene poner una jeringuilla de 10 ml apretar la válvula y sacar todo el agua para verificar que siguen estando los 5 ml de siempre, aunque a veces algo se evapora, o se va por a través de la válvula.
Para hacer la operación de limpieza cada mañana conviene que tengáis bien limpias las manos con hidrogel, y si tenéis guantes mejor. Los guantes nos lo facilitan en el centro de salud también de las tallas que pidamos y las cajas que pidamos, pero no son ninguna panacea porque no son estériles.